Miomatosis uterina
Los miomas uterinos son tumores benignos que afectan a la mayoría de las mujeres adultas, pese a que son benignos pueden causar diversos síntomas. Son tumores que pueden crecer pero lo hacen de forma lenta, es muy poco común que un mioma se convierta en sarcomas o tumoraciones malignas del útero.
Pese a no conocer las causas exactas de los miomas uterinos, se le atribuyen los cambios hormonales y receptores de estrógeno en el útero, este órgano es un musculo especializado en el que hay una mayor cantidad de receptores de estrógeno y los cambios hormonales pueden desencadenar su formación.
Existen diversos tipos de miomas según su localización. Se dividen en tres grandes grupos:
Parte interna: En la pared muscular del útero que provoca el ciclo menstrual y se denominan miomas submucosos.
Parte media: En la musculatura intermedia, no genera abultamientos y se denominan miomas intramusculares.
Parte más superficial: Empujan hacia afuera y se denominan miomas subserosos.
Los ginecólogos siguen clasificaciones más complejas para homogeneizar los criterios de conducta y el tratamiento a nivel profesional.
Los síntomas que se presentan en el padecimiento de miomas uterinos varían según el tamaño y la ubicación de los tumores, los signos más comunes son el dolor pélvico, aumento de volumen del abdomen y sangrado durante la menstruación. Los miomas pueden estar ubicados dentro del musculo uterino o en las cervicales, lo que dificulta el tratamiento. Por otro lado, los miomas pueden ser asintomáticos y no causar inconvenientes en el día a día de la paciente.
La sintomatología que se puede presentar es:
Aumento y duración del sangrado menstrual
Presión pélvica o dolor
Esterilidad (relacionado con la edad)
Sangrado entre periodos
Necesidad de orinar con frecuencia
Sensación de llenura o presión en la parte baja del abdomen
Dolor durante en la relación sexual
En casos de embarazo, si son de tamaño pequeño o aislado, se puede tener un proceso sin complicaciones. En presencia de miomas más grandes en el embarazo, se puede tener un mayor riesgo de complicaciones como prematuridad.
El diagnostico se realiza con una exploración ginecológica con palpación abdominal, tacto vaginal o estudios de imagen como los ultrasonidos, pueden identificar la presencia de los miomas en el útero, definir tamaño, localización y a tener una mejor perspectiva del tratamiento.
El tratamiento de los miomas uterinos (al igual que los síntomas) varía según el tamaño y la ubicación, así como la edad y los deseos reproductivos de cada paciente. Pueden desaparecer por si solos o necesitar tratamiento médico para erradicarlos y se emplean medicamentos para reducir los síntomas, como sangrado o dolor. En casos más avanzados se puede realizar una miomectomía que extirpa los tumores del útero y en casos graves de puede optar por una histerectomía que consiste es la extirpación completa del útero.
